VA MUY DESPACITO

Rodrigo pasa, firma un autógrafo, se saca una foto. Todo lo hace con los botines blancos y dorados no en sus pies, sino atrapados debajo de su brazo. Esa es la postal. Va desde el gimnasio hasta el consultorio médico, haciendo escala en el vestuario pero no en el campo de juego. Es cierto que ayer fue un día especial para entrenarse: correr bajo la lluvia hubiera sido lo menos recomendable para su físico. Pero, por ahora, esa es su realidad: Palacio no tiene fecha de regreso y él mismo no quiere elegir una. Por decisión propia primero y por decisión médica después, se tomará el tiempo que sea necesario para regresar en su justa forma. Sin importar lo que pueda tardar...

Tal vez la llegada de Luciano Figueroa haya apagado las urgencias: ahora Carlos Ischia cuenta con un punta más y la responsabilidad del gol con experiencia (los otros delanteros son chicos: Noir, Viatri y Mouche) ya no recae en la Joya. Así, entonces, el delantero de la trenza se relajó un poco y decidió no apurarse para volver a las canchas. "Se siente bien, pero eso no significa que el domingo vaya a salir a la cancha. Hay que tomarlo con calma", dicen en el cuerpo médico.

Si bien él se muere de ganas de jugar (de la misma forma que quería estar en el superclásico), entendió que los tiempos de su pubialgia son otros. Con el correr de los días (su problema viene desde el semestre anterior pero comenzó el tratamiento en julio, cuando regresó del receso con mucho dolor) tuvo que ir aprendiendo las idas y venidas de una lesión traicionera y acostumbrándose a los picos de dolor. Ahora reconoce que le duele y que esa molestia irá desapareciendo paulatinamente, mientras que aprende a convivir con ella. Y así como el semestre pasado Pablo Ledesma (ahora en el Catania) tuvo que parar definitivamente para recuperarse totalmente de su pubialgia luego de haber estado alternando entre los titulares durante dos meses, ahora le tocó a Rodrigo tomar esa decisión que, tiene claro, es por su propio bien. "La recuperación igual va muy bien, sigo mejorando, pero de a poco", aclara al pasar, de buen humor, tranquilo, a la espera. Con los botines en la mano, esperando por tocar sus pies de nuevo.